Estoy embarazada y ahora ¿qué?

01.04.19 -

Puede que te haya costado mucho llegar hasta este punto: quedarte embarazada. 

La dificultad o que el embarazo tarde en llegar puede crear un punto de frustración, de desespero. 

Una vez embarazada, el camino consiste en transitar hacia lo desconocido, a vivir sabiendo que no hay ningún control sobre lo que puede ocurrir a partir de ahora.

Convivir con paciencia, entendiendo que el paso del tiempo es necesario y que lo único que puedes hacer es cuidarte, cuidar de tu bebé y entender que no hay nada que pueda darte una solidez o que sea un seguro de vida. 

Creo que es uno de los trayectos dónde más fe tienes que tener e implica soltar y cuidarte.

Cuidarte por el mero hecho de hacerlo, no para tener más control sobre la situación. Y esperar a que todo vaya bien. 

Esto me parece importante ya que los grandes cambios a los que se ve sometido el cuerpo pueden aparecer de un modo suave. Como por ejemplo: un leve cansancio, somnolencia, sensaciones de sabores y olores más intensas. O bien de un modo intenso: bajada de energía vital importante o vómitos/náuseas diarios.

Lo que piensas y cómo te enfrentas a esta nueva etapa de tu vida se relaciona con lo que experimenta el cuerpo.

Muchas mujeres, en base a las experiencias que han padecido en el pasado, tienen una predisposición a entender que la vida, es un mar de sufrimiento y están a la espera de la próxima ola con miedo a saber si van a poder surfearla. 

 

El embarazo es un buen momento de entender que no tiene por qué ser así. Y sobretodo confiar en tu cuerpo. 

Tener la certeza que si has llegado hasta aquí, es porque existe la posibilidad de que seas capaz de continuar, ¿no crees?

Que ocurren cosas terribles durante el embarazo, creo que ya lo sabemos. Se trata de no darle mucho poder a este pensamiento y:

Centrar nuestras fuerzas en acciones, gestos y rutinas que nos ayuden a encontrar esa estabilidad y vigor corporal y emocional. 

 

Quizás hayas pasado por algún o algunos abortos y para ti el embarazo signifique literalmente un momento de pánico y tristeza a la vez. El miedo siempre va a estar, pero puedes trabajar para que no te paralice y que te de coraje para avanzar.

Sobretodo lo que te recomendaría introducir cambios en tu rutina, aunque sean mínimos. Lo que creas que te sea afín y que te haga sentirte a gusto. Además que te pueda aportar un poco de paz y tranquilidad. Por ejemplo:

  • Practicar yoga
  • Meditar
  • Pasear cada día por un parque cerca del trabajo
  • Sesiones de  acupuntura
  • Crear otra nueva rutina, como por ejemplo en el desayuno.

 

Seguro que tú encuentras alguna práctica nueva que te guste.

Foto de: Pinterest